Vallehermoso es el municipio de mayor extensión de la isla de La Gomera, con 109,32 km², así como es el tercero en población con 2945 habitantes en 2013. En épocas pasadas llegaría a ser el sector de la isla más poblado, alcanzando picos de 8.500 habitantes en la década de los 60. Tiene una longitud de costa de 26,75 km repartida por el noroeste y el suroeste, y su municipalidad está configurada por multitud de barrios y caseríos dispersos desde las costas de barlovento a las de sotavento. Así, por el sector septentrional, limita con Agulo, parte desde la Punta de Sardina, hasta Pajarito, en el centro de la Isla, donde asimismo tiene un corto encuentro con Hermigua. Continúa hacia el sur, dicha divisoria, ahora con Alajeró, bajando desde Garajonay (1.487 mts) hasta la playa de La Rajita en La Dama. Por el oeste aparece Valle Gran Rey, entre la playa de Vueltas y la Punta de la Cueva, y dejando hacia el interior un estrecho pasillo. Las coordenadas geográficas del casco municipal son 28°10′48″N y 17°15′53″O.
Vallehermoso como pueblo, el centro urbano, se localiza en el noroeste de la a unos 40 km por carretera desde la capital insular, San Sebastián. Hablamos de un valle montañoso orientado al norte y por tanto abierto al océano Atlántico y sus frecuentes vientos alisios. Su paisaje, dominado por mantos de vegetación de alto valor botánico, es consecuencia de unas condiciones climáticas templadas y húmedas, agradables y estables todo el año, con una temperatura media anual de unos 22ºC en el centro del pueblo, y que varía mucho según el sector del municipio que visitemos, es decir, unas zonas más cálidas y soleadas en las cuenca sur y oeste, mas fresca y húmeda en la cumbre, y más sombría y extrema en algunos enclaves del interior de los montes.
Su naturaleza geológica y los procesos de erosión que han esculpido esta cuenca son de particular rareza y de gran interés, ya que hablamos de un complejo basal, es decir, un sector geológico fraguado bajo las aguas del océano y elevado en bloque, y posteriormente recubierto por un vulcanismo muy antiguo en el ámbito canario, que se ha ido desmantelando y dejando al descubierto numerosos testigos de la dureza de los materiales magmáticos. Hablamos de roques y taparuchas o diques de basalto. Pero a su vez los procesos erosivos han generado una alteración química de los materiales que rellenan este valle, procurando una abundancia de tierras ricas en nutrientes que han permitido la proliferación de una vegetación amante de ese clima suave y por supuesto ha condicionado el desarrollo histórico de cultivos templados y tropicales que situaron en su época a esta zona en la cabeza de la economía insular.
En la cara del sotavento noroeste encontramos los barrios de Epina, Alojera, Tazo y Arguamul, enclaves poblacionales de gran importancia histórica ya que fueron de los primeros lugares por donde entraron los europeos colonos. Estas son unas zonas ventosas de gran riqueza geológica y botánica, con muchos días soleados al año y con abundancia de aguas subterráneas que permitieron el desarrollo de cultivos de exportación, de subsistencia familiar y una amplia y rica ganadería. En la actualidad son por lo general enclaves de gran valor paisajístico y etnográfico, así como tienen algunas playas poco conocidas pero de excepcional naturaleza.
En las zonas altas del centro de la isla nos reciben El Cercado y Chipude, dos pueblos de historia caprichosa, que llegaron a conformar una parroquia y un municipio propio, el de Chipude. Son poblaciones vinculadas al monte, a la rica naturaleza que brinda el Monteverde y la Laurisilva, a la par de representar zonas ganaderas por excelencia, y cuya riqueza en tierras de cultivo las hizo prosperar y ser en la actualidad museos vivos de la etnografía y la cultura de La Gomera más auténtica.
Hacia el sur, encontramos Igualero, Erque, Erquito y La Dama, poblaciones muy dispersas que son un rincón de paz y un contraste enorme con la cara norte de la isla. Son zonas de marcada aridez, de tiempo cálido y ricas gracias al regadío propiciado por las aguas que absorbe el Parque Nacional. En La Dama, pueblo de producción hortofrutícola por antonomasia, encontramos un balcón natural hacia las soleadas y abruptas costas del sur, las cuales esconden espectaculares playas y calas de arena negra.
Este es el caserío central del área de Tamargada, al noroeste de Vallehermoso. Se compone de un conjunto tradicional al fondo del barranco que asciende por la ladera hacia la zona de “El Cabezo”. Toda la zona está poblada por un denso palmeral de más de 3000 ejemplares, que junto a la abundante arquitectura tradicional […]